Santo Domingo, 25 de junio de 2014. El director general de la Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP), Dr. Ysmael Paniagua reveló que de cada 10,000 personas que son excarceladas de los Centros de Corrección y Rehabilitación (CCR), solo reincide un 2%, mientras que entre los internos egresados de las cárceles del modelo tradicional la reincidencia es de cerca del 50%.
Entrevistado por Junior Santana, coordinador de la Unidad de Justica Penal del Observatorio Judicial Dominicano (OJD), una iniciativa de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), Paniagua habló sobre el rol que desempeña la ENAP en los dos modelos de gestión penitenciaria que cohabitan en el país, el tradicional y los Centros de Corrección y Rehabilitación (CCR).
“De cada 10,000 internos que salen de los CCR solo reinciden cerca de 200, para un equivalente de un 2%, y su reinserción social se encuentra por encima del 97%. En cambio, en el modelo tradicional la reincidencia es de cerca del 50%, que se traducen a unos 6,000 nuevos crímenes”, indicó.
“Sobre el sistema tradicional fuimos y somos intransigentes en la denuncia en el país y en el mundo de ese sistema de abuso, tortura y crueldad que son las cárceles tradicionales”, añadió.
Ponderó que el país no se merece tener las cárceles del viejo modelo ni instituciones que especialicen en el crimen.
Sostuvo que la ENAP desarrolla un papel fundamental por ser el ente formador del talento humano que guía, dirige y ejecuta la reforma integral en el tratamiento de las personas privadas de libertad.
“Para 2018 aspiramos a tener el 70% u 80% del sistema penitenciario en el nuevo modelo, aunque aspiramos a la totalidad”, apuntó.
Justicia restaurativa y aplicación del sistema progresivo
Paniagua aseguró que para el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria el enfoque de la justicia restaurativa es la filosofía que guía el trabajo y que busca rehabilitar y eliminar el odio.
“Se persigue que luego de cometido el delito o crimen, se logre rehabilitar y eliminar el odio y el rencor, la sed vengativa de la sociedad y de los familiares de la persona contra quien se cometió el daño, a fin de lograr un proceso de sanación social que permita una vida en paz y en orden”.
Sostuvo que la justicia restaurativa es un instrumento en contra de la impunidad, que persigue que la persona privada de su libertad logre en su interior un arrepentimiento profundo, traducido en un cambio integral de su conducta.
Asimismo, se refirió a la implementación del sistema progresivo por sentencia definitiva en los centros penitenciarios. Enfatizó en que en las cárceles tradicionales no se aplica el sistema progresivo sino vengativo, un sistema de castigo.
“El sistema de castigo penitenciario ha sido generador de violencia y agresividad. En el nuevo modelo penitenciario el daño es un concepto que no se refiere al castigo”, precisó.
Resaltó que en los CCR la violencia hacia los internos es mínima y se sanciona mediante la Ley núm. 41-08 con la suspensión o cancelación.
Consideró que existen dificultades para la aplicación del sistema progresivo en la Penitenciaria Nacional de La Victoria, en tanto que esa cárcel posee capacidad para mil internos, y hasta el mes de diciembre de 2013 contaba con 7796 internos.
“Actualmente, el centro de ‘perversión’ de La Victoria no tiene las posibilidades para aplicar un sistema progresivo, a pesar de que hay diversas instituciones de cooperación y apoyo e incluso religiosas, que ayudan a mantener un nivel de dignidad en una parte de los privados de libertad que están este sistema indigno”, puntualizó.
Paniagua precisó que la ENAP está recibiendo un significativo apoyo económico por parte de la Procuraduría General de la República y en este año la institución investirá a más de 450 agentes penitenciarios.
Dijo, además, que para el 2016 la ENAP proyecta formar a 4,000 servidores penitenciarios.
La Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP) surge en 2003, en el marco de la promulgación del Código Procesal Penal como parte de las reformas de la justicia penal dominicana, con el objetivo de implementar una visión estratégica de la reforma penitenciaria, basada en la formación del talento humano como principal activo.