Santo Domingo, 6 de septiembre de 2013. En una entrevista para el Observatorio Judicial Dominicano (OJD), el agrimensor Gustavo Marcelo García afirmó que el sistema catastral dominicano no cambió al entrar en el proceso de modernización de la jurisdicción inmobiliaria, sino que se fortaleció con nuevas técnicas en los procedimientos de trabajo.
García, quien trabajó como consultor en sistemas catastrales en el Programa de Modernización de la Jurisdicción de Tierras desde 2001 hasta 2008, dijo que en la primera década de este siglo se dio un proceso de transformación a nivel de comunicación y sistemas de información que de alguna manera favoreció un proyecto como el que se llevó a cabo en país.
“Si bien tenía un componente tecnológico muy fuerte, fue necesario que las personas, los seres humanos que están detrás de las computadoras, se adaptaran, lo cual favoreció mucho, pues la tecnología por sí misma, no da nada”, resaltó García.
Entrevistado por Yeymi Portes, coordinadora de la Unidad de Justicia Inmobiliaria del OJD, una iniciativa de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), el director general de Catastro de la provincia Córdoba, Argentina, indicó que contrario a lo que ocurre en muchos lugares de Latinoamérica, en República Dominicana desde que se instauró el sistema Torrens en 1920, el registro de títulos y las mensuras catastrales estaban dentro de un mismo organismo y había un tribunal especializado en materia de tierras, lo que no existe normalmente en otros países.
El exconsultor señaló que el sistema de catastro dominicano tiene la particularidad de ser dependiente del Poder Judicial, lo que le da cierta estabilidad que no tendría si dependiera del Ejecutivo. En el resto de los países latinoamericanos, catastro depende del Ministerio de Finanzas, pues aporta más a la parte de rentas que a la de seguridad jurídica.
El agrimensor Gustavo Marcelo García manifestó que la dependencia que tiene el sistema catastral dominicano de un poder estable como el Judicial, permite hacer programas a largo plazo que no podría realizar dependiendo del Ejecutivo.
Al ser cuestionado sobre la naturaleza y el objeto del proceso de mensuras catastrales, dijo que se trate de conceptualizar algo que en la realidad está y que todos lo ven, pero que de alguna manera se necesita justificar para llevar un registro y dar seguridad jurídica.
La mesura sirve para determinar límites con la finalidad de que la delimitación de terreno sea avalada por un documento que diga que es cierta, que esa área corresponde al inmueble, explicó Marcelo García.
Uso del GPS en la medición de terrenos
Con respecto a la introducción del GPS al sistema de medición, entiende que es una ventaja porque independiza al agrimensor de amarrarse a mensuras anteriores y a los errores que esta podría tener, le permite sortear problemas como la vegetación y solucionar una situación que siempre fue un problema de la agrimensura: la ubicación, pero es solo una técnica.
“Hoy en día, con el GPS se facilita la rápida localización del inmueble, ya que antes había que hacer observaciones a estrellas, pasar quizás una o dos noches haciendo observaciones a estrellas; tenía un altísimo costo y por lo general era complicado, sobre todo para la seguridad de la gente que lo hacía” señaló García.